Experiencias personales (1ªparte)



TRANSSYBERIA RALLYE 2007, 2008
 UN SUEÑO HECHO REALIDAD por Carles Celma

Esta es la pequeña historia de alguien que ha tenido la suerte de disfrutar de una experiencia inolvidable para los amantes de la aventura y los deportes de motor.

C.Celma en el interior el
 Porche Cayenne

En  mi caso, tengo la suerte de dedicarme profesionalmente a lo que es mi gran pasión, los coches rápidos, las motos, los quads, los 4x4, …, las actividades en la naturaleza como el btt o puramente de montaña (esto último, pensando más en actividades de cuerdas). He convertido mi ocio en profesión.
He podido probar muchos vehículos en condiciones límite y tenido experiencias muy divertidas y gratificantes, pero lo que no esperaba era correr un Rallye como este y  menos cuando surgió.



Porqué no lo esperaba en ese momento? Pues, en primer lugar, porque no lo buscaba y porque siempre he tenido claro que las carreras de coches era algo muy, muy costoso económicamente y donde muchas veces no es suficiente con ser el más veloz si no dispones también del mejor material,  aportas un buen sponsor o tienes mucho dinero ( o tu família) para financiarlo. Cada vez es más difícil encontrar pilotos que triunfen profesionalmente y deportivamente que  lleguen únicamente por talento.

Las carreras donde las marcas de coches, motos, bicicletas, u otros vehículos tienen presencia para competir de forma oficial con afán de victoria, no son otra cosa que “un gran es escaparate, una gran operación de marketing” donde captar la atención de los principales medios de comunicación y el seguimiento por parte de grandes masas de población. Asimismo, esto contribuye a crear imagen de marca y ensalzar la imagen de deportividad, aventura, Seguridad, poder,  …, aspectos  con los que quieren que se identifique  parte de su cliente potencial.

El copiloto es una parte fundamental
del equipo tanto o más que el piloto

Los pilotos, en estos casos, forman parte de una élite  muy afortunada, que capta la principal atención de todos  y a la cuál le siguen legiones de aficionados que siguen  las carreras con ilusión, esfuerzo y la esperanza de algun dia poder ser como sus mitos. Toda esta gente y todos los seguidores aficionados que van a ver las carreras, leen las revistas, …  hacen posible que las marcas y algunos pocos agraciados nos brinden tal espectáculo.

Por todas estas cosas y por haber tenido la suerte de trabajar y aprender al lado de grandes pilotos, grandes pilotos que han sido punteros o muy destacados en competiciones como un nacional de rallyes, mundial de rallyes, mundial de enduro, raids como el Dakar  u otros  y  con el tiempo,  se tienen que acabar dedicando a otro tipo de profesiones que nada tienen que ver con su sueño inicial. Y todo ello, después de haberlo sacrificado “todo por la pasión a las carreras".

Zona de boxes. Momento para descansar.

Visto este escenario, decidí invertir en un negocio para disfrutar de este mundo en lo posible y más cercano que pudiera pero no podía permitirme “quemar dinero” ( y horas, muchas horas) en las carreras, aunque no niego que me hubiese entusiasmado como a cualquier otro.








PORQUE PILOTO OFICIAL DE FÁBRICA  ?

Ciertamente, el mundo es muy grande y hay muchos pilotos buenos, porque yo he sido el afortunado?
Esta pregunta me la he hecho en varias ocasiones, puesto que mi experiencia anterior en carreras era poca y se ceñía en especial a la moto de campo y de forma amateur.
Lo cierto es que mi encuentro con Porsche para la Transsyberia no es fortuito. Ya me conocían desde el  año 2000 / 2001, donde tuve mucho contacto con ellos durante el desarrollo del Cayenne y el Touareg, en su primera versión. Mi labor fue la de probador, de instructor e instructor jefe durante los cursos 4x4 que Porsche realizó para conocer bien lo que se puede hacer con un 4x4 en conducción offroad, así como las limitaciones existentes.
A raíz de esto, les preparé un circuito offroad espectacular en las instalaciones del Circuito de Jerez de velocidad  con motivo del lanzamiento mundial a la prensa y el resultado fue óptimo.
Con posterioridad, recibí con orgullo por parte del departamento de marketing de Porsche Ag., la oferta de responsabilizarme de las actividades y escuelas de conducción de Porsche para todo el mundo. La sede y base de trabajo sería en las instalaciones de Porsche en Leipzig, donde Porsche concentra la fabricación del Cayenne y dispone de un circuito de velocidad y 4x4, acorde con las expectativas de lo que uno espera de una marca como Porsche.

A partir de ahí, simplemente, al cabo de unos años recibí una llamada por parte del ingeniero jefe encargado del desarrollo del Cayenne, explicándome que era la Transsyberia, cuales eran los objetivos de Porsche y ofreciendome un volante.

Piloto y copiloto en Moscu antes
 de la salida junto al flamate Porche.

De esta manera, de golpe, me veo corriendo con el Cayenne de fábrica, teniendo como compañero de equipo ni más ni menos que a Armin Schwarz  y realizando entrevistas con la prensa internacional, las cenas protocolarias con sponsors, etc., con todo lo que envuelve habitualmente el círculo de las carreras profesionales y que tan nuevo e impactante era para un recién llegado.
Porque fui agraciado? Pues porque Porsche me conocía y confiaban en que yo era la persona adecuada para hacer llegar el coche al final, intentar ganar si había opción y mimar la mecànica. Los pilotos a priori más veloces y punteros no suelen ser tan pacientes con el cuidado del vehiculo si ello implica tener que reprimirse en ocasiones y conformarse con posiciones más retrasadas que las que les corresponde por pilotaje.
Porche Cayenne Transsyberia




Próxima entrega: El Rallie